Comité de Contención de Tallas Abakuá: CCTA - 005

Nos dimos cuenta de la existencia de esta anomalía porque un campesino algo viejo dijo que había visto cosas raras mientras dormía, y todas la escenas que nos describió acerca de lo que había pasado tenían al quinqué en la escena (y vaya si el quinqué tiene que ver con eso, que hasta el espíritu de Belcebú le habló al campesino desde el interior).

Llevamos el quinqué a nuestra sede principal bajo la vigilancia de personal poco reconocido en nuestro comité y lo encerramos detrás de una celda de concreto doble y cristal reforzado antibalas y explosiones. Estuvimos realizando estudios exhaustivos a esta anomalía los días siguientes, cada noche dejando a un investigador diferente a cargo de vigilarla y en caso de encontrar algo raro, anotarlo rápidamente para realizar un informe detallado en la mañana. Cuando daban las 6 a.m. siempre teníamos el informe del científico que dejábamos por la noche al cuidado de la anomalía. En cada uno de los reportes siempre se repetía algún hecho mínimamente anómalo, la mayoría de los casos se trataba de que la luz del quinqué se encendía y apagaba aleatoriamente en intervalos de tiempo cortos sin llegar a los dos minutos. También hubo reportes de que cambiaba de lugar dentro de la habitación cuando se daban la vuelta unos segundos.

Luego de conocer esto, se le prohibió la entrada a la sala donde estaba contenido el quinqué al personal de nivel 2 o menor. El personal de seguridad ordinario solo puede entrar en la misma sala que CCTA-005 si está acompañado por alguien de nivel tres o superior.

Trajimos clones del "Dr. Cocotazo" para usarlos como carne de cañón en caso de que tengamos que subir la clasificación de la anomalía en mitad de las pruebas porque alguien se nos murió. En total eran tres clones los que habíamos traído para continuar con las pruebas. Abrimos la puerta de entrada de la celda y fuimos colocando uno por cada noche en los siguientes tres días con las mismas instrucciones que los investigadores de anotar cada mínimo detalle que percibían. Terminada la investigación reunimos todos los informes y nos encargamos de resumirlo todo lo más que pudimos con ayuda de nuestros empleados.

La primera noche, el primer clon no notó nada extraño y se quedó dormido (luego le ocurrió una tragedia), solo describió que a la mañana siguiente se sentía cansado cuando lo despertamos de su supuesta vigilancia responsable, a causa de una pesadilla que no puede recordar. A la segunda noche, el segundo clon se tomó en serio lo de vigilar, y anotó hasta un mosquito que había entrado al cuarto junto con él cuando lo escoltamos hacia dentro. Aquí sí pudimos aprovechar todo con lujo de detalles, nos contó que cada vez que el quinqué se encendía sintió una voz salir del fuego con suavidad, no notaba nada de peligro cuando interactuó con esta, incluso se atrevió a comunicarse pero fue en vano. Además de eso, notó una presencia extraña. Mientras escribía en papel todo lo que iba viendo, sintió una presión de repente por encima de su hombro, como si alguien estuviera espiando lo que estaba escribiendo, pero cuando volteó no había nadie más. El clon afirma "haber estado con alguien en esa misma habitación durante toda la noche". La tercera y última noche, el tercer clon manifestó una figura sentada junto a su lado derecho sonriéndole amablemente. En este caso sí se pudo llevar a cabo una conversación. Le preguntó varias cosas, como: Qué edad tenía, cómo se llamaba y por qué era una especie de entidad rara. Y este le respondió algo que nos dejó impactados a todos, podrás leerlo más abajo en los anexos de este documento.

En cualquier caso, seguiremos investigando y buscando las anomalías adyacentes a esta, en espera de respuestas más profundas. Pero esta investigación ha sido la punta del iceberg que todavía nos queda por descubrir.